Una sentencia, tras la denuncia de un vecino, pone el límite de 65 decibelios, el mismo que hay para zonas residenciales, y exige que, a ese vecino, no le llegue ruido que pueda molestarle. Lo cierto es que las casas no estaban allí cuando en 1968 se inauguró la instalación deportiva y aquello era un secarral.
|
etiquetas: jarama , carreras , motos , decibelios , vecino