El 4 de septiembre de 2021, o sea hace poco, Carmen y yo nos casamos, pero no fue una boda “normal”. Podríamos llamarla boda low-cost, pero la idea de lowcost me suena a quiero y no puedo, a fichar a Braithwaite porque Messi cobra mucho. Lo que nosotros hicimos, bajo mi sesgada opinión, fue mejor. Quiero y puedo. A ver tú qué opinas. Lo que tienes delante es una explicación detallada de por qué las bodas como las conocemos hoy en día me parecen una mierda y cómo hemos organizado la nuestra bajo esa premisa.
|
etiquetas: bodas , low-cost , sobres , compromisos