Se puede observar fácilmente en las calles de nuestra España que la gente tiene cierta dificultad para pintar una esvástica. Uno desea hacer uso de su libertad de expresión en forma de arte urbano con tintes políticos pero lo único que consigue es generar unas risas y cierta confusión. ¿Es una cruz celta? ¿Un boomerang? ¿Un spinner? ¿El símbolo de la cienciología? ¿Qué narices tiene que ver Hitler con los Héroes del Silencio? ¿Me puedo conectar a ese Viva Franco por bluetooth?
No te preocupes, no tienes nada por lo que avergonzarte. A nadie se le enseña a dibujar una esvástica. Ni los cuadernillos Rubio ni el método Palau contienen ejemplos. Si has hecho dibujo técnico en el instituto antes de abandonarlo probablemente te hayas hinchado a mezclar acuarelas antes de hacer si quiera un boceto de cruz gamada. Pintar bien una esvástica es algo complicado pero, por suerte, en este artículo te voy a explicar cómo hacerlo.
1.Sé consciente de tus aptitudes
Al igual que un tetrapléjico jamás se presentaría a una competición de lanzamiento de martillo, debes conocer previamente tus habilidades, y si estás preparado para ello. Si visitas diariamente OK Diario o Periodista Digital pero jamás se te ha ocurrido meter la web en favoritos/marcadores, entonces pintar una esvástica probablemente no sea para tí. Lo mismo si recuerdas tus tiempos mozos de motomierda y greñas o pelo cenicero mientras te saltabas las clases de matemáticas en BUP o en la ESO. También es posible que tengas los músculos atrofiados o demasiado rígidos si utilizas el mismo brazo para dibujar, hacer el saludo romano y dar puñetazos a moros y maricones. En cualquier caso, es mejor que abandones tus aspiraciones de dibujar una esvástica y delegues la tarea en alguien más apto, aunque también puedes pedirle a algún ex-legionario local que te fabrique una plantilla, o descargarla de algún foro de policías patriotas. Eso sí, se recomienda imprimirla en, al menos, tamaño A3. Y si esto último no sabes lo que es y te suena más bien al canal de televisión donde ves las noticias, entonces desiste de usar tus artes pictóricas.
2. La esvástica, ¿maciza o con bordes?
A la hora de dibujar la esvástica, tienes dos procedimientos: uno es dibujar los bordes y dejar el espacio interior vacío, que es la más estética pero a la vez más complicada, sólo al alcance de genios, como tu colega que asegura haber leído el Mein Kampf en alemán pero no haberlo comprendido bien por algunas gramáticas más propias del austriaco, o ese otro que filosofa sobre ser "de centro, pero ordenado". Si lo intentas tú, lo más probable es que acabes dibujando una visión cenital (como visto desde el cielo) de un dron diseñado por Pablo Picasso (un pintor muy famoso pero muy raro, y que era español).
La otra opción es dibujar la versión maciza, la que bordes y relleno se funden en uno solo, y que sólo requiere de entre 8 y 41 trazos, según tu habilidad. Es la opción más recomendable porque contiene el mensaje que quieres divulgar sin demasiadas complicaciones, pero hay que tener cuidado con las manchas y la saturación de los inicios de trazo o tu pintada se podría interpretar como una alegoría al hinduismo, y seguro que no quieres que te confundan con un moro besavacas.
3. El material en el que dibujar
Lo primero: si has llegado a este punto, ¡enhorabuena! Eres todo un lector. Que no se diga que nunca lees, que seguro que te lo han dicho. Paparruchas.
Para dibujar bien una esvástica, tan importante es saber pintarla como saber dónde pintarla. Es cierto que los mejores lugares para lanzar tu mensaje son los más expuestos, pero debido a esa exposición, tienes un tiempo limitado para dibujar tu esvástica antes de que alguien te llame la atención o que alguien te denuncie, y por lo tanto la calidad del resultado final se resiente. Comienza dibujando esvásticas en lugares de tránsito pero reservados, como retretes de estación de autobuses (aunque los visitantes no aprecien tu arte siempre les ayuda a cagar más fluído) o las paredes traseras de un polideportivo (ese lugar donde los yonkis quedan para pincharse). Después, puedes ir subiendo nivel: la cortina metálica de una peluquería, las papeleras del parque abandonado de tu barrio, las ventanas tapiadas del piso de okupas del bloque donde vive tu abuela... Poco a poco podrás ser capaz de dibujar esvásticas en segundos en estaciones de metro y sobre murales de Dora la Exploradora pintados por escolares.
Eso sí, el material es tremendamente importante. No es lo mismo pintar sobre ladrillo visto que sobre pared lucida o alicatada. En ladrillo visto, queda ese extraño efecto 3D que hace que la cruz gamada parezca el símbolo de nievedel parte del tiempo. Pintar la esvástica en superficies poco porosas hace que la pintura se corra y que tu muestra de creatividad parezca el poster de una película de serie B sobre nazis en los anillos de Saturno (un planeta del sistema solar, como la Tierra pero más grande y con más gases). El hormigón y el cemento liso es el mejor lugar donde dibujar tu esvástica, pero requiere de más cantidad de pintura y puede no ser compatible económicamente con tu paga semanal o tu mierda de subsidio del SEPE. Elige en consecuencia.
4. La guía
Vamos a la parte práctica. Aquí hay que decir que tenemos dos tipos de esvástica: la que se pinta a partir de una cruz y la que se pinta a partir del símbolo de la suma. La esvástica más nacionalsocialista es la que se dibuja partiendo de una cruz, es decir, consiguiendo ángulos de 45 grados, pero es bastante más complicada de explicar y puedes tener problemas haciendo que dicha cruz tenga proporciones de cuadrado debido a tu práctica rellenando quinielas de fútbol, por lo que voy a explicar la esvástica dibujada a partir del símbolo de la suma. Para ello, vamos a hacer lo siguiente:
- Dibujamos el símbolo de la suma.
- Recuerda lo que aprendiste en catequesis sobre cómo santiguarte: norte, sur, este y oestre. Cada extremo del símbolo de la suma corresponde a un punto cardinal.
- Ahora, desde el norte, palito a la derecha; desde el sur, palito a la izquierda; deste el este, palito hacia abajo; desde el oeste, palito hacia arriba.
- ¡Hop! Ya tienes tu esvástica. Para evitar confusiones ideológicas, se recomienda aderezarla con un 14/88, un "viva VOX" o un "menas no".
5. Consideraciones varias
Una vez que has pintado tu primera esvástica con éxito, puedes venirte arriba y cometer errores. Manten los pies en el suelo. Los podemitas están al acecho de tus errores para criticarte por Twitter. Es mejor que practiques en lugares como los mencionados anteriormente y que no te aventures a dibujar más simbología nazi hasta que domines la cruz gamada. Se han reportado casos de compañeros del palo que han sufrido un ictus tratando de dibujar un sol negro, y luxaciones de muñeca intentando pintar el símbolo de las SS. Poco a poco.
También queda muy fea la mezcla de colores. Se entiende que hay que reciclar los sprays, pero una esvástica azul queda rara de cojones. Resérvalos para escribir texto o dibujar gaviotas peperas. La esvástica ha de ir en negro o, en su defecto, en rojo, aunque en este último caso corres el riesgo de que comunistas y otros invertidos tuneen tu obra y la transformen según sus preferencias. Una esvástica de color morado puede ser severamente malinterpretada, y dudo de que quieras que te tomen por seguidor de Irene Montero. Lo dicho: lo mejor es el negro, por muy raro que te suene.
Por último, recuerda ir vestido correctamente a la hora de pintar tus esvásticas. El chandal negro es tu amigo, igual que las zapatillas de oferta del Aldi. Ropa que puedas tirar sin remordimientos. No querrás desechar tu uniforme de la Falange o tu camiseta de Viva21, y las botas de cuero es mejor reservarlas para cazas nocturnas o eventos de Solidaridad.
Y recuerda que la esvástica no ha de ser necesariamente pintada en un solo intento. Puedes dibujar un palo y, otro día, cuando haya menos vigilancia, seguir con tu obra. Aprende de tus enemigos de la Kale Borroka, que algunos tardaban entre dos y seis semanas en hacer una pintada decente.
Y si ves que el proceso te estresa demasiado, siempre puedes dedicarte a la política. Recuerda que algunos de tus líderes actuales no saben pintar la O con un canuto y, sin embargo, ahí están, cabezas visibles de la gloria del fascismo, estandartes de la patria, columnas de Hércules de ésta nuestra España. No necesitas ser un genio. Y, aunque lo seas, quedarás relegado a los detrimentos del pueblo. Mira Felipín, que pasó de pilotar cazas a justificar que su padre se fuese de putas. La esvástica la llevas en el corazón, y ésa nadie la puede criticar ni adulterar.