Los trepas suelen ser encantadores, inicialmente. Incluso pueden estar dotados de cierto carisma. Utilizan la adulación para agradar a los demás, intentan generar intimidad compartiendo confidencias, deslizan críticas veladas sobre otros compañeros, revelan intimidades con el ánimo de crear confianza, marcan claras diferencias entre círculos de amigos y enemigos, y también pueden servirse del cotilleo para trasladar información con frecuencia exagerada– sobre circunstancias que indisponen a unos con otros.
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