Pretendían volar junto a su hija desde Valencia a Sevilla para pasar una Nochevieja en familia. Pero Jaime, Elena y su pequeña, de menos de tres años, se tropezaron con un inesperado impedimento que transformó su día de vacaciones en un infierno de prisas y papeleos. La companía Ryanair, con la que habían contratado el viaje, no dejó embarcar a la menor alegando que el libro de familia presentado por el matrimonio valenciano no era un documento válido para permitirlo. Un juzgado de Valencia condena ahora a la compañía a indemnizar a la familia
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