Cuba propuso a EE.UU. establecer un "teléfono rojo" de comunicación directa entre La Habana y Washington para tratar las disputas entre ambos países. La propuesta la hizo en 2009 Raúl Castro a la secretaria de estado de EE.UU., Hillary Clinton, a través del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante el viaje que éste hizo a la isla caribeña en octubre de 2009. Washington rechazó la oferta, e indicó que Cuba debía utilizar los canales existentes para avanzar en los temas pendientes.