Estas acuarelas proceden de un manuscrito encuadernado escrito por un rammal (o adivino) en Isfahán, Irán. Según Ali Karjoo-Ravary , las pinturas se añadieron una o dos décadas después de la composición del texto, un tratado sobre hechizos y demonios, “entre otras criaturas, que se asocian con cada signo del zodíaco”. No todas las 56 ilustraciones pintadas del manuscrito representan seres demoníacos. Entre los seres con cuernos y lenguas ahorquilladas también encontramos a los arcángeles Jibrāʾīl (Gabriel) y Mikāʾīl (Miguel),