No, no te exculpes. No vengo a hablar de tus culpas. Vengo a hablar de las mías. Estas son las cosas que, con el corazón en la mano, sé que he hecho mal desde que empecé a trabajar. No lo he adornado. Es lo que pienso. A mí me da bastante igual. Creo que podría haber sido una persona muy valiosa. Pero no ha podido ser. La crisis me pilló a los 27 años y salí de ella tocada. Pero por lo menos no me llegó con 40.
|
etiquetas: crisis , empleo