Aunque vea mis ojos brillar, aunque me note una sonrisa permanente, no me lo tenga en cuenta. Siento alegría al estar junto a usted, mi lenguaje corporal le habrá informado de eso, sin duda. Espero que no se llame a engaño con mi capacidad pulmonar; soy de natural enclenque aunque le impresione mi tórax artificialmente henchido.
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