El pueblo dicta sentencia. La protesta contra la sentencia de l'Estatut se convierte en el clamor soberanista más grande de todos los tiempos· La marcha desbordó el "Passeig de Gràcia" y la Gran Via y se alargó hasta más allá de las diez de la noche. Máxima presión sobre la clase política para que entiendan el sentir de la nación como respuesta al alto tribunal.