Rajoy, desde su silente descanso, ha desplegado a sus lugartenientes para avivar conflictos y sacar réditos políticos exacerbando los sentimientos primarios de los ciudadanos (que es la genuina definición de la demagogia). Según González Pons, se vive casi un clima bélico en Melilla y la culpa es ¿adivinamos? De Zapatero. Un periodista único, testigo presencial durante décadas de lo que allí ocurre, Enrique Meneses, da todas las claves de un problema, que no surgió ayer,en un artículo que concluye: “Nadie se ha querido parar a pensar que el rey
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