Los temores de los hoteleros parecen confirmarse a medida que se van pasando las hojas del calendario de agosto. Aunque la recuperación se confirma, el enfriamiento del mercado nacional es una realidad y, por mucho que la subida del turismo europeo (principalmente británicos) haya compensado la balanza y las reservas de última hora puedan registrar un repunte en las próximas semanas, los establecimientos de Málaga no van a colgar el cartel de lleno.