Un cliente de Movistar decide cambiar de compañía y hace las gestiones correspondientes. Seguidamente recibe una llamada de Movistar con una oferta que rechaza, pero a los pocos minutos recibe la confirmación por mail de la oferta rechazada. Las costumbres de las compañías de telecomunicaciones se basan en el engaño, con un elevado coste social y personal. Estas empresas no han ayudado a la sociedad de la comunicación y el conocimiento en España, sino que han sido un freno al desarrollo.