En junio de 2005, Eliézer Otaiza (entonces ministro de Tierras) salió de una discoteca a las 6 am. Montó en su motocicleta, ebrio (es de suponerse) acompañado de una joven, María G. Tablante. A pocas cuadras de la discoteca la motocicleta estrelló y la joven murió en el acto. Uno de los guardaespaldas del ministro acudió a socorrerlo, le dio los primeros auxilios, detuvo el tráfico en la calle para evitar aglomeraciones. Pocos años después, el exministro acusa a ese guardaespaldas: dice que aquello no fue un accidente sino un atentado.