Philip K. Dick falleció cinco meses antes de que su nombre se hiciera mundialmente universal gracias a la adaptación cinematográfica de uno de sus cuentos y el término ‘blade runner’ se incorporara a nuestro imaginario. Entonces, 1982, apenas le lloraron aquellos, pocos, que incansablemente le habían reverenciado como un gurú de la contracultura, como el escritor visionario capaz de levantar la cortina entre la realidad que conocemos y las otras ‘realidades’ que no nos han sido reveladas, como un reformador de un catolicismo herético...
|
etiquetas: philip k. dick , exégesis , publicación , inédito , obra