Afirman los presentes que en la ceremonia de la entrega de los premios Goya 2011 de anoche, la Ministra de Cultura estaba incomoda al entrar y muy contrariada al salir. Y francamente sorprende su carencia de altura. Una ministra o un ministro de cultura ante todo han de ejercer su cargo con altura de miras, lejos de ideologías políticas, al margen de diferencias y divergencias y que mejor solución para estar por encima de todas ellas que ejercer su cargo con inteligente dosis de sentido del humor.
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