En algunos países de Europa, y sobre todo en los del Reino Unido, ha surgido la costumbre de colocar cámaras de video dentro de los autos y grabar el transcurso del recorrido. Un recurso muy útil que extrañamente hasta la fecha las compañías fabricantes de autos no han explotado en el mercado automotriz estándar. Aunque si bien es cierto que este tipo de tecnología está disponible en algunos autos, su funcionalidad se limita a colocar en la parte trasera una cámara para transmitir lo que pasa en la parte de atrás a modo de espejo retrovisor.