La idea es eliminar la deducción que existe en algunas comunidades como Madrid (99%) o la Comunidad Valenciana (75%) por lo que en la práctica, las herencias y las donaciones pasarían a tributar al tipo estatal que actualmente sigue un baremo que abarca desde el 7% para tramos más bajos al 34% para los más altos. No obstante, la nueva reforma pretende compensar la eliminación de la deducción autonómica con una bajada del tipo impositivo y la creación de un mínimo exento.