Más o menos al principio de los años 70, cuando no era nada más que un escritor principiante, un editor de Lisboa tuvo la insólita idea de pedirme que escribiera un cuento para niños. (Incluye el documental "A flor máis grande do mundo", una animación en plastelina de J.P. Etcheverry y Chelo Loureiro, narrado por el propio Saramago donde el mismo aparece con gafas y sombrero y bastante favorecido por la edad. El corto ha sido premiado recientemente en el festival de cine ecológico de Tenerife)