Tres semanas después de tomar posesión de su cargo como consellera de Sanidad con el objetivo declarado de acabar con los conciertos y las concesiones sanitarias y en concreto, "recuperar la gestión de las resonancias magnéticas", Carmen Montón tuvo que tragarse el primer sapo, en forma de renovación por tres años de un contrato del Hospital General de Valencia con Exploraciones Radiológicas Especiales (Eresa), una de las principales beneficiarias de la privatización de servicios sanitarios.
|
etiquetas: eresa , hospital general , contratos , concursos , corrupción , amiguismos