Hace solamente 200 años éramos 1000 millones de almas, ahora nos hemos multiplicado hasta llegar a los 7000 millones. Muchos ecologistas sólo piensan en un modo de vida sostenible y no se paran a pensar que, el ser humano, avaro y egoísta como es, no puede aspirar a un modo de vida sostenible. Hemos sido educados para nuestra propia destrucción. La humanidad es un Titanic que se cree invencible, sin saber que ya está medio hundida. En la mitología greco-romana se tiene constancia de cómo Zeus quiso destruir a la humanidad entera.