No hay nada más pesado en la oficina (bueno sí, lo hay, pero hagamos una concesión al liricismo) que descolgar el teléfono y escuchar el horrible sonido del módem. Le das al botoncito verde para aceptar la entrada y... ¡Sorpresa! Había sufrido el spam via email, el telefónico, pero... este es nuevo, ¿no? [Mirror:
img385.imageshack.us/img385/3015/spamzt9.jpg]