En Irak, un periodista honesto no encontró forma más gráfica de expresar su rabia e indignación por lo que le está pasando a su país que la que usó, lanzarle a Bush sus zapatos por la cabeza. En Israel, un periodista europeo tuvo la oportunidad de hacer las preguntas pertinentes a un representante del primer ministro israelí, y la usó. El periodista es Alex Thomson, entrevistando en Jerusalén, para la cadena inglesa Channel 4 al portavoz del primer ministro, Mark Regev.