El origen del desencuentro está en el endurecimiento de las inspecciones sobre la alimentación de los animales y su posterior calificación como cerdos de bellota o de cebo. la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) ha elaborado nuevos protocolos de actuación más estrictos. El objetivo: que animales alimentados con pienso y bellota no acaben siendo calificados como solo de bellota. La experimentación genética con la raza Duroc, permite que cerdos 50% ibéricos de granja y cebados con pienso, alcancen el peso para sacrificio en solo seis meses.