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Un líquido descerebrado

Cuando de pequeño montaba en los autos de choque, deseaba que nunca se acabara. Chocar con otros cochecitos sin más consecuencia que risas por parte de todos era lo más... lo que no sabía es que a partir de aproximadamente 30 minutos montado en la atracción la cosa ya empieza a no ser divertida. A desear que se acabe. Cuanto antes. Pero un experimento científico bien vale el sacrificio de conducir cochecitos de choque durante una hora ¡Todo sea por la ciencia!

| etiquetas: sociología , autos de choque , comportamiento humano , evacuación

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