De exigir cinco años en el padrón para poder cobrar ayudas sociales a empadronarse en un pueblo de Segovia para poder ser senador por una comunidad en la que no has vivido nunca, tras no haber salido elegido en la tuya. Hay que ver qué vueltas da la vida, en concreto la de Javier Maroto.
|
etiquetas: maroto , empadronamiento