El «España nos expolia» es fácil de vender. Mucho más que un irreal mensaje identitario que no parece dar más de sí. Ha agotado todos los recovecos de la vida social y la tozuda realidad catalana se resiste a la ficción en la que quieren ahormarla. (...) Ante todo, amplía el mercado potencial de los votos. Aquí cabemos todos. El único perímetro relevante es entre «nosotros», ricos y pobres, y los que nos expolian. (...)Por lo demás, la argumentación a la que sirve resulta falaz. En la declaración de renta no hay casillas según autonomía.