La enorme popularidad de los llamados o mal llamados netbook (portátiles pequeños de bajo coste) ha llevado a todos los fabricantes a querer llevarse una pastel pero a la vez mantiendo su mercado de portátiles más tradicional, en general con equipos de mayor tamaño y más caros. Los fabricantes parece que quieren lo imposible: que se siga pagando 1200€ en un portatil cuando por 300€ podemos tener algo tan y tan parecido, aunque ellos no lo quieran llamar portatil, sinó netbook.