En algunos momentos de nuestra Historia ha existido, como existe hoy también, una sediciente cultura en clara connivencia con determinadas ideologías políticas. La finalidad es domesticar a las masas y arrinconar a la opinión disidente. Para ello, los medios de comunicación no dudan en fabricar imágenes e interpretaciones distorsionadas de la realidad social. Esa cultura instrumentalizada por la política es claramente antidemocrática en sus contenidos y en sus finalidades.
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etiquetas: cultura , manipulación política