India es hoy el hogar del 70% de los tigres del mundo. Ha logrado detener el avance de los furtivos, las redes internacionales de contrabando y la pérdida de hábitat. En 2004 el hecho de que no se pudiera ver un sólo ejemplar en la reserva natural de Sarisja, en Rajastán, uno de los principales destinos para los observadores de estos felinos, fue visto como la mayor crisis en la historia de la conservación de la India y condujo a una campaña masiva que incluyó guardias forestales armados en varias reservas para combatir los furtivos.