Ser un desarrollador de software independiente no es fácil. Tienes que hacerte cargo de la publicidad, el marketing y la distribución. Para la mayoría, esto tiene un coste prohibitivo. Pero la conjunción de una novedosa tecnología llamada BBS y un revolucionario concepto llamado 'shareware', son la respuesta a todos aquellos pequeños desarrolladores que quieren poner sus creaciones en la calle.
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etiquetas: shareware , the computer chronicles , 1988