Que triunfe una serie es como jugar a la lotería. Quizá depende menos de la elección en sí que de que se alineen los astros, en el caso televisivo el ruido mediático, las ganas del público por verla y una buena respuesta por parte de los críticos. Pero ojo, que no sea ni mucho ni poco, sino en su justa medida. Es lo que llamamos hype. Hay ficciones sencillas que nadie esperaba y que han acabado conquistando con su propio carisma (véanse Orphan Black y Banshee) y otras que llegan con unas expectativas (suyas o del resto) difíciles de cumplir. Es
|
etiquetas: refugiados , series , televisión , seriéfilos