Con unos dos meses de antelación compraron un par de billetes para volar con Ryanair por los que abonaron 332 euros. La discapacidad de Pau le afecta el habla y también la movilidad (con grado del 73%). Cuando viaja acostumbra a solicitar el servicio de asistencia para personas con movilidad reducida para poder hacer los desplazamientos en el aeropuerto en silla de ruedas, pero en la página web de Ryanair le “saltó” un mensaje que le advertía que 24 horas antes del vuelo no podía solicitar dicho servicio y le remitía al mostrador.
|
etiquetas: ryanair , discriminación , discapacitado