La policía griega ha comenzado a luchar seriamente contra la inmigración ilegal en los últimos días, tanto en el centro de Atenas con la participación de 2.500 policías como en la zona cercana a la frontera con Turquía con otros 2.000. Ha comenzado con una redada en la que se ha pedido la documentación a mas de 1.500 personas en barrios céntricos de la capital, que se saldó con 500 arrestados. El representante de la Policía helena, Cristos Manúras, ha descrito esta operación como «un tema de necesidad y supervivencia nacional».