R. Whitaker estaba sentado en casa con su novia jugando a videojuegos cuando fue asesinado por la policía. Una queja por ruidos de un vecino terminó con los policías matándole a los cinco segundos de abrir la puerta de su casa. Abrió la puerta con un arma en su mano derecha, algo legal en Arizona, pero los policías temieron por sus vidas y nunca le dieron la oportunidad de bajar el arma, lo que parecía estar tratando de hacer cuando un policía le disparó por la espalda tres veces.
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