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Quejarse, indignarse... y no mover un dedo

El escándalo Telefónica pone la guinda a esta nueva modalidad de capitalismo devorador en el que vivimos, en el que se socializa el gasto y se privatiza el beneficio. Desde que se conoció la noticia de los despidos en plenas ganancias récord hay una especie de calentamiento global en los bares, en las tertulias, en los patios de vecinos, dentro de los taxis.

| etiquetas: protesta , telefónica , indignarse

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