Dos periodistas hacen un reportaje sobre el Talgo directo Madrid-Burgos, reabierto tras seis meses de parón, recogiendo testimonios de viajeros. Pero ellos y los empleados son los únicos viajeros. No es de extrañar; por nuevo y moderno que sea, tarda una hora más que el Alviá que pasa por Valladolid en hacer el mismo trayecto. Es incluso más lento que los autobuses: el Talgo tarda 3:10 h. (cuando no hay retrasos) y el autobús 2:45 h. Aún así, tiene previstas unas obras de 4,7 millones de euros.