Todo empezó hace diez años, en 2014, cuando la cantante consiguió su segundo número uno en Estados Unidos con la canción, cuya letra pretendía «ofrecer un enfoque cómico y empoderador de las críticas negativas», según explicaba ella misma. El single se convirtió en uno de sus grandes éxitos al alcanzar miles de millones de reproducciones en las plataformas y ser nominado a tres Premios Grammy. Sin embargo, tres años después, el productor y compositor Sean Hall observó que parte de la letra era parecida a la de una canción que él mismo escribió
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