Cuando Craig Grant aceptó hacerse cargo de la gatita de su hijo, Pepper, nunca se imaginó que en poco tiempo se haría cargo de 500 gatos. Pepper tuvo 5 gatitos y esto fue el comienzo del Caboodle Ranch, aunque Craig todavía no lo sabía. Poco a poco Craig empezó a aceptar gatos abandonados y a recoger otros en lugares de construcción donde trabajaba y de repente ya tenía unos 150. Y siguieron llegando. Algunos desde lugares cercanos, otros desde tan lejos como Nueva York, New Jersey y Columbus en Ohio. A todos les ha dado una segunda oportunidad
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