Las extrañas circunstancias de la muerte de Trajano hicieron caer sobre su sucesor Adriano, la terrible sombra de la sospecha. Por si fuera un poco, una parte de los miembros del Senado romano no acabaron de ver con buenos ojos la designación de este como su sucesor. A pesar de que esta fuera ratificada por el mismo Trajano en su lecho de muerte, la proyectada política pacifista de Adriano, no convencía a unos senadores deseosos de continuar, con las conquistas emprendidas por el emperador fallecido.
|
etiquetas: trajano , adriano , imperio romano , historia de roma