A lo cual, nuestra querida bacteria respondería rápidamente – “Pues mira sí, dame un poco de glucosa”. Así podremos empezar una divertida conversación con una bacteria o una levadura, si nos atenemos a los resultados obtenidos por el equipo de estudiantes que hicieron una apuesta fuerte, con un proyecto realmente espectacular, en el cual proponían el diseño y construcción de un dispositivo que permitiera “hablar” con un cultivo de células, de modo que se le pudiera hacer una pregunta y el cultivo respondiera en nuestro idioma.
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