Hace casi 2.000 años, 19 soldados romanos se apiñaban en un túnel excavado bajo tierra, defendiendo la ciudad romana de Dura-Europos, situada en la actual Siria, del asedio de un ejército persa que intentaba derribar sus fuertes muros.Estos hombres pueden ser las primeras víctimas de las armas químicas de las que se conservan restos en la historia bélica de la humanidad, según una investigación publicada en el American Journal of Archaeology. Enlace a la fuente original,en inglés:
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