"Para mí el amor es una cosa seria. Como la revolución". Tal como se lo contaba a su amigo Silvano en una carta, Soledad Rosas no pudo superar el suicidio de su novio anarquista y se terminó ahorcando como él. Estaba en prisión domiciliaria, en una granja de Turín, acusada de terrorista ecológica. Tenía 24 años y era julio de 1998 cuando so foto daba vuelta al mundo.
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