En 1931 Curzio Malaparte publicó "Técnica del golpe de estado", en el que explora cómo tomar el poder en un Estado moderno y cómo conservar ese mismo poder una vez adquirido. Viendo las noticias de estos últimos dos días, me permito añadir una "apertura española" a la segunda parte de la obra, esto es, como impedir que un oponente ponga en peligro tu hegemonía política en un sistema nominalmente democrático:
- Establecer una actuación coordinada entre aquellos actores de poder que no obtienen este de un consenso civil, sino de una situación de preponderancia económica, mediática o social (grandes empresas, medios de comunicación, partidos políticos tradicionales).
- Generar una narrativa para erosionar la legitimidad del partido político que amenace la hegemonía imperante. Dicho relato tendrá una vertiente "institucional" (que afecte al partido) y una vertiente "personal" (que afecte a su líder).
- El ataque al partido se centrará en evidenciar su peligro para la estabilidad del sistema, presentándolo como un peón de intereses extranjeros (financiación ilegal por parte de terceros países, por ejemplo).
- El ataque a la persona que represente a ese partido se centrará en denunciar como delictivas sus circunstancias personales (por ejemplo, su vida afectiva), materiales (el tipo de casa que se compra) o resaltando ciertos rasgos de carácter (una personalidad "dictatorial")
- El objetivo no es, como en un sistema democrático, demostrar judicialmente lo que se denuncia, sino que esto sea asumido como cierto por una mayoría social. Para ello es básico que lo denunciado no llegue a los tribunales hasta que las acusaciones se hayan difundido y hayan calado mediáticamente.
- Para ello se suministrarán noticias a medios de comunicación en dos fases. En primer lugar, a aquellos que tengan una relación directa con los "actores coordinados". Son los que publican en formato digital y difunden por redes sociales. En segundo lugar, se cuenta con la anuencia de medios tradicionales que se harán eco, sin mucho esfuerzo por contrastar la veracidad, de lo publicado.
- El timing es esencial: la difusión de dichas "noticias" debe ocurrir en los momentos críticos: antes de las elecciones o durante las negociaciones de formación de gobierno.
- La fuente de dichas noticias debe parecer fiable sin comprometer a sus autores: para ello se usarán los resortes del Estado (en particular las instituciones policiales) en dos vertientes. La primera, generando dossieres sin respaldo. La segunda, mediante la sustracción de información personal del objetivo a batir.
- Por último hay que recalcar que la prioridad no es lograr una impugnación judicial del adversario a batir, sino conseguir que una mayoría de la población asuma como ciertas las historias difundidas, adopte como propia la narración que los actores hegemónicos han creado y convierta en objeto fóbico tanto al nuevo partido como a la persona que lo representa. Logrado esto dará igual que se demuestre lo falso de las acusaciones, ya que esa mayoría social no cambiará de opinión aunque solo sea por no admitir que se ha dejado engañar. Jaque mate, Podemos. Jaque mate, democracia.