Las conferencias TED, que tanto entusiasmo generan en algunos círculos, y que pueden constituir una interesante herramienta divulgativa, presentan una grave carencia: la ausencia de replicabilidad. No favorecen el intercambio de opiniones ni dan datos que permitan comprobar las afirmaciones que allí se emiten, a menudo sin adecuado respaldo. En ese sentido son un buen ejemplo de proceder inverso a la ciencia, que se basa en el debate abierto y la apertura a los controles, y en la que las personalidades no son cruciales, como sí ocurre en TED
|
etiquetas: ciencia , ted , divulgación