Cuando Yilmaz acude a trabajar sus campos, intercambia un saludo con su vecino de labrantía. Lo peculiar de la situación es que el huerto de Yimaz, situado en noroeste de Turquía, linda con el territorio de Grecia y su vecino es ciudadano de otro país. Sólo unos carteles militares en turco y sus correspondientes en griego indican que la planicie deja de ser un estado para convertirse en otro, que además forma parte de la UE.Sin embargo, la ronda de saludos podría interrumpirse si Grecia construye la prometida valla contra la inmigración ilegal
|
etiquetas: turquía , grecia , inmigración , ue