Sonia Vivas se despidió ayer del Ayuntamiento de Palma con una última estocada.Utilizó sus últimos minutos en el cargo para firmar el decreto de autorización del Pride Week a espaldas del equipo de gobierno. La entidad Ella Global Community, liderada por la empresaria Kristin Hansen –autora de las polémicas acusacions de homofobia– anunció ayer mismo que reclamará indemnizaciones. La propia Vivas declaró: "Que el alcalde se atenga a las consecuencias", recordando que ha sido aprobado y puede acarrear indemnizaciones a cargo del erario público.