Los científicos de la Universidad de Rochester han usado láseres para transformar metales en materiales extremadamente repelentes al agua o súper hidrófobos, sin la necesidad de recubrimientos temporales. Los materiales súper hidrofóbicos son deseables para una serie de aplicaciones, tales como la prevención de la oxidación, antihielo o incluso en usos de saneamiento. Sin embargo, como explica Chunlei Guo de Rochester, la mayoría de los materiales hidrófobos actuales dependen de recubrimientos químicos.