Otro de los alicientes para trabajar sin facturar es la tremenda desigualdad que ha provocado la amnistía fiscal del gobierno para con los defraudadores a hacienda. Cualquiera que haya estado pagando sus impuestos, el IVA de sus facturas (18%), sus tasas de autónomo, y vea ahora cómo aquellos que no han hecho nada de esto quedan libres de pecado a cambio de un 10% de todo lo defraudado, puede sentir cierta propensión al fraude.