Mirar pornografía parece ser una gran tarea de visión. Pero una investigación reciente halló que mirar películas eróticas en realidad puede parar la parte del cerebro que procesa los estímulos visuales. La mayor parte del tiempo, ver películas o realizar cualquier otra tarea visual, se envía el flujo de sangre extra para esta región del cerebro. Pero no es así cuando las películas son explícitas, descubrieron los investigadores. Puedes leerlo parcialmente traducido aquí:
cor.to/pornocerebral